
"-En el comienzo de los tiempos- hababa la Machi con voz profunda mientras sus manos seguían agoreras el ritmo de sus palabras- nada existía en la Tierra, tan sólo el Vacío. Un espíritu poderoso habitaba en el aire junto a otros, que le debían obediencia. De pronto, estos se rebelaron contra el Gran Espíritu quien siendo su Creador tenía el Gran Poder. En castigo los convirtió en montañas y volcanes. Mas, a aquellos que se arrepentían de veras los transformó en estrellas. Pero la tierra estaba triste y desolada y tanto gemía por ello, que el Gran Espíritu convirtió en hombre a su único hijo, enviándolo a la tierra. La madre de este hijo sintió una pena inmensa y, para poder mirarlo abrió en el cielo una ventanita y desde allí seguía sus pasos. Mas viendo a su hijo tan solo, en esta fea tierra, rogó al padre que le diera una esposa. El Gran Espíritu cgió entonces una estrella; la convirtió en mujer y la envió a la Tierra para que acompañara al hombre..."
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